La competencia digital se define como el uso crítico y seguro de las Tecnologías de la Sociedad de la Información para el trabajo, el ocio y la comunicación. Para alcanzar los objetivos relacionados con el trabajo, la empleabilidad, el aprendizaje, el uso del tiempo libre, la inclusión y participación en la sociedad. Y es una de las competencias clave necesarias para la formación a lo largo de la vida.
De acuerdo con la Recomendación 2006/962/CE del Parlamento Europeo y del Consejo sobre las competencias clave para el aprendizaje permanente, es necesario adquirir las competencias digitales básicas que permitan “aprovechar la riqueza de las nuevas posibilidades asociadas a las tecnologías digitales”.
Supone un conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y estrategias que se requieren para el uso de los medios digitales y de las tecnologías de información y comunicación. “La competencia digital se apoya en las habilidades del uso de ordenadores para recuperar, evaluar, almacenar, producir, presentar e intercambiar información y para comunicar y participar en redes de colaboración a través de Internet” (Consejo de la Unión Europea).
Para el adecuado desarrollo de la competencia digital resulta necesario desarrollar una serie de conocimientos, destrezas y actitudes organizadas en torno cinco grandes áreas:
- La información, alfabetización informacional y el tratamiento de datos.
- La comunicación y colaboración.
- La creación de contenido digital.
- La seguridad.
- La resolución de problemas.