Existen dos modos de motivación:
- Motivación extrínseca: actúa cuando los individuos realizan una actividad como medio para conseguir un fin. Por ejemplo: trabajar para ganar dinero.
- Motivación intrínseca: actúa cuando los individuos realizan una actividad por la propia satisfacción que le proporciona realizar dicha actividad y no para conseguir un fin. Por ejemplo: trabajar para desarrollarse profesionalmente. Es un tipo de aliciente que emerge del interior de la persona con el fin de satisfacer sus deseos de autorrealización y crecimiento personal. Aquí el verdadero valor está en la satisfacción que se obtiene al ejecutar una tarea, disfrutando del propio proceso de realización. La motivación intrínseca en el trabajo viene dada por las propias características de la actividad laboral que se realiza y busca satisfacer necesidades superiores, derivadas de la actividad laboral en sí misma.
La motivación guarda una estrecha relación con la emoción, por lo que podemos afirmar que toda conducta motivada produce reacciones emocionales positivas. Mientras que la NO obtención de objetivos deseados producirá emociones negativas.
La mejor manera de entender la motivación humana es analizar los distintos sistemas que la componen, estudiando sus diversos componentes:
- Biológico
- Aprendido
- Cognitivo
Estos tres componentes motivacionales pueden explicar el funcionamiento de este proceso y conocer las interrelaciones que se establecen entre ellos.
La motivación es un factor clave en el trabajo, en el ámbito de cualquier organización tiene una gran repercusión el estímulo de los trabajadores. Diferenciar entre los distintos tipos de alicientes que tienen los trabajadores y propiciar unos u otros con diferentes políticas de personal, nos ayuda a conseguir un personal motivado.
